Para
entender la fe, debemos entender que la fe y la esperanza son cosas
diferentes, pero que trabajan juntas para que podamos recibir de Dios
La fe se encuentra en el tiempo presente mientras que la esperanza en el futuro.
Un joven fue un día a un negocio y le pidió al dueño que le fíe una gaseosa, el dueño le mostró un cartel que decía: “Hoy no fío, mañana si.” Al
día siguiente fue de nuevo a la tienda y encontró el mismo cartel:
siguió haciendo lo mismo durante varios días y siempre veía el mismo
cartel, hasta que un día se dio cuenta que podía seguir yendo una y
otra vez pero nunca le iban a fiar.
La
esperanza esta siempre en el futuro, nunca nos ofrece la seguridad que
tendremos las cosas que queremos recibir. Lo que nos da la seguridad
es la fe.
Una mujer enferma de cáncer decía: “Yo se que Dios me sanará algún día.”
Y se murió. Algunas personas se preguntaban porque esas palabras
llenas de fe no funcionaron. La respuesta es sencilla no eran palabras
llenas de fe sino llenas de esperanza.
La fe cree que recibe ahora; la esperanza en el futuro. La fe y la esperanza son dos tiempos diferentes para recibir de Dios.
Hagamos ajustes en nuestro creer, pongámoslo en el tiempo presente. La fe dice: “Es mío, lo tengo ahora.”
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